A finales de 2010 se marchó a vivir a Nueva York, donde ha trabajado en marcas como Ralph Lauren y The Row. Actualmente dirige las operaciones (COO) de la emergente marca de lujo Altuzarra y es profesora del programa de ISEM en Miami, Fashion Entrepreneurship 101.
¿Qué papel ha jugado la formación especializada en moda, en tu carrera?
El FBA me dio una visión general de los distintos departamentos que componen una empresa en este sector. Asignaturas como finanzas, planificación de una colección y operaciones me proporcionaron los conocimientos base para proyectar mi carrera.
Ahora, como profesora, intento enseñar a los alumnos desde la parte práctica: cómo analizar costes, planificar los calendarios de desarrollo y producción, crear presupuestos y manejar equipos. Es importante tener una noción general del negocio para poder gestionar tu propia empresa
¿Cuáles dirías que son las cualidades que tiene que desarrollar una persona que quiera dedicarse a las operaciones en el sector de la moda?
Es importante conocer en profundidad todos los procesos y las fases del producto; desde el concepto inicial, hasta que llega a las tiendas. Yo recomendaría trabajar en departamentos de desarrollo y producción, tanto para estar familiarizado con costes y calendarios, como para desarrollar sensibilidad por el producto.
¿Cómo ha reaccionado el sector del lujo ante la pandemia?
Mejorando la experiencia omnicanal. La pandemia ha hecho reaccionar a las marcas de lujo mejorando sustancialmente su “e-commerce”, desarrollando softwares, mejorando la experiencia de compra, invirtiendo en atención al cliente y campañas de marketing.
Los datos muestran que el sector del lujo ha crecido en los últimos dos años, ¿a qué crees que se debe este fenómeno?
Se debe a varios factores: el crecimiento de ventas online, el mercado asiático, que se ha duplicado en los últimos dos años, y el consumo respaldado por las Generaciones Z e Y, que buscan nuevas marcas con un propósito de diversidad y sostenibilidad.
¿Cómo han cambiado las operaciones de una empresa de moda?
La pandemia ha conseguido frenar el ritmo. Después del covid muchas marcas decidieron reducir el numero de colecciones a presentar cada año, siendo más conscientes de la época en la que llega el producto a tiendas, e incluso, algunas decidiendo seguir sus propios calendarios fuera de las Semanas de la Moda.
El mundo pos-covid es más sostenible. Muchos minoristas cancelaron órdenes o cerraron durante la pandemia, obligando a muchas marcas a encontrar otro propósito, tanto para los materiales como para la producción final. Estas nuevas prácticas y técnicas para transformar “deadstock” y producción seguirán evolucionando sin duda a partir de ahora y estarán presentes en muchas colecciones.